Colectivamente, las islas del Caribe constituyen un importante "punto caliente" de biodiversidad - una región rica en especies endémicas que se encuentran en peligro de extinción, la mayoría, como consecuencia de la degradación ambiental causada por la intervención humana. Puerto Rico, la mas pequeña de las Antillas Mayores, cuenta con una diversidad de 25 especies de sapos y ranas, entre ellas, 17 especies endémicas y nativas de la familia Eleutherodactylidae localmente conocidas como "coquíes"; un sapo endémico de la familia Bufonidae conocido como Sapo Concho; y una rana nativa de la familia Leptodactylidae conocida como Ranita de Labio Blanco. Las restantes 6 especies han sido introducidas en la isla.